El tipo de cocina es mexicana y oaxaqueña contemporánea con una decoración muy al estilo very slow food que te invita a comer despacio y degustar cada bocado.
Desde la entrada al lugar te reciben ofreciéndote un caballito de mezcal (que no me pude negar). El menú está pegado en pizarras negras en la pared, y para indecisos hay menú diario, donde el grupo de chefs (muy jóvenes por cierto) dan vista de creatividad en la cocina.
El menú aquel día fue de entrada una cremita de nuez, muy reconfortante y abundante, con su toquecito de perejil y aceite de oliva. Ya de plato fuerte fue una pechuga de pollo empanizada con amaranto, reducción de jamaica y una ensalada fresca con yogur. El pollo en su punto y un empanizado crujiente que va muy bien con lo agridulce de la reducción y la ensalada.
Si lo que gustas es solo pasar el rato, no olvides pedir algo de la carta de bebidas que va desde una amplia variedad de mezcales, pulque, vinos y cervezas, o pide algún un coctelito disfrutando la musica y el ambiente del lugar.
Si lo que quieres comer sin prisa y disfrutar una buena plática, este es el lugar.
ayyyy compadrito que liundo que se ve ese lugarcito y el menu ni se diga, todo una completa delicia y muy sanito eh?
ResponderEliminarUn abrazote mi compadrito.
Excelente entrada, saludos :)
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