8/4/12

Desayunando en Juxtlahuaca

Me he dado cuenta que siempre cuando hago una reseña de restaurantes, cafes o algún X lugar, lo hago desde mi ciudad, Oaxaca de Juaréz, pero nunca he escrito sobre la cocina de mi pueblo natal, Juxtlahuaca.

Para quienes no saben donde chingao este dicho pueblito, les diré que esta a 5 horas de la Ciudad de Oaxaca (y 9 horas del Distrito Federal), perdido entre las montañas de la mixteca del estado de Oaxaca.

Su población es apenas de 40000 habitantes (o sea, ya ha crecido mucho el pueblo desde hace tiempo).

Si se preguntan como terminé aquí, a pues mi padre (DEP) fue un militar que lo mandaban de arriba para abajo por todo el país, así que un día de estos terminó en dicho pueblito donde le tocó el retiro. Él insistía que nos movieramos a la capital, pero tanta tranquilidad enamoró a mis padres, y es así como terminé viviendo en Juxtlahuaca.

Ya después de información mía, les cuento que algo que me gusta hacer cuando llego a Juxtlahuaca después de un periodo en la Uni, es almorzar unas ricas picaditas en el lugar de siempre: Con Doña Sofi.

En una casona sin reboco y sin ningún letrero que diga la existencia del lugar, se encuentra el comedor de Doña Sofi, un lugar muy concurrido por medio pueblo, donde se desayuna (o almuerza, como se dice aquí) bien rico y tradicional.

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Aqui lo mero mero, son las picaditas. Que qué son?, a pues son una tortillas de maiz un poco gruesas hechas al momento en un comal de leña; el nombre de "picaditas" se llama así porque cuando se ponen en el comal, la señora que las hace como que las "pellizca", según ellas para que el relleno no se caiga o desmorone.

Desayunando en Juxtlahuaca

Las picaditas pueden ser de maíz blanco (como en la foto), amarillo, rojo o azul (mis favoritas), y esto depende de la temporalidad. El relleno lo decide ud. al principio lleva una cucharada de crema o manteca untada (según lo que guste), después va el guisado: papas con chorizo, champiñones, ejote con huevo, rajas, flor de calabaza, quintoniles, ...; y ya después decides si con queso fresco o quesillo (nuestro queso Mozzarella a la mexicana), y una buena untadita de frijoles de la olla.

En una sentada me puedo comer 3 o 4, y para que se me pase, hay atole de panela (una bebida caliente espesita hecha de maíz y piloncillo) o café de olla (con su toque de canela)

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Ahora si no se le antoja unas picadas, puedes probar unas "machucadas", tortillas hechas a mano en salsa de molcajete, crema y queso, acompañado de frijoles refritos. O unas tortillas preparadas.

En fin, solo de escribir eso, me da nostalgia y sentirme orgulloso de mi gastronomía y comparto esto para decir que en México: NO comemos Nachos, NO le echamos queso cheddar a la comida ni mucho menos crema agria, NO comemos chili con carne y NO hay Taco Bell.

Espero seguir compartiendo más sobre mi cocina ;)

5 comentarios:

  1. Oye, que rico comer donde Sofi unas picaditas. Y el atole. Me encantan las aclaraciones del final. Cada vez que alguien me sale sobre todo con la crema agria, me dan ganas de gritar, jajaja.
    Gracias por contarnos de tu pueblo.
    Un abrazo,
    Vero

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  2. No te preocupes los tópicos están en todos los sitios. Sólo hace falta un poco de interés para ver que hay mucho más. Deliciosa gastronomía y una cultura maravillosa. Un abrazo, Clara.

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  3. Qué ricas esas picaditas, se te meten por los ojos. Maíz azul? Eso lo tengo que ver yo, jeje. Besos

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  4. Me encantó esta entrada. Con parte de tu historia, con una muestra cultural tan rica como lo es toda la huella de la gastronomía mexicana y lo especial de las fotos, que traducen muy bien los sabores y las técnicas de la cocina.
    Esas tortillas "picadas" me las como así solas, claro cualquier acompañamiento vale, pero se ven riquisimas, y el atol... de reyes!
    Saludos compadre

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  5. hummm algún día iré a tu pueblo natal a desayunar... wowwwww!!! un besito

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